Reducir nuestro consumo implica producir menos, gastar menos materiales, reducir los residuos y reducir nuestras emisiones. Comprar ropa de manera responsable, teniendo en cuenta nuestras necesidades reales y priorizando productos de segunda mano y mercadillos puede reducir 190 kgCO2 al año.
Es importante conocer qué frutas y verduras hay en cada temporada y, además, priorizar las que sean cultivadas en nuestro territorio o territorios cercanos. Hablando con la dependienta o el dependiente de nuestra frutería y eligiendo conscientemente, podemos ahorrar hasta 250 kgCO2 al año.
Los productos desechables significan consumir energía y recursos con muy poca vida útil. Además, pueden provocar otros problemas medioambientales como la gestión de residuos. Usar bolsas de tela y comprar productos no embalados puede reducir hasta 39 kgCO2 al año.
Una manera de reducir nuestro consumo es priorizar la reparación antes que usar y tirar. Los locales de reparación de ropa y calzado, así como las tiendas de segunda mano pueden hacerte ahorrar 30kgCO2 al año.
Ajustar la calefacción a 21º-22º y la refrigeración a 24º-26º, evitar fugas de calor o frío por ventanas o puertas, priorizar el ventilador en lugar del aire acondicionado… todo ello puede hacernos ahorrar hasta 32 kgCO2 al año.
Hay pequeños hábitos diarios que pueden hacernos ahorrar mucho dinero y energía. Tender la ropa en vez de usar la secadora, y limpiar con modos de agua fría en la lavadora pueden ahorrarnos hasta 300 kgCO2 al año.
Recuerda que los cambios colectivos tienen mayor impacto, ¡cuántos más seamos, mejor! Te animamos a hablar con tu familia, amigos/as y vecinos/as sobre cambio climático y cómo conseguir que València sea más sostenible y agradable para todos y todas. También podéis organizar una visita al Observatorio del Cambio Climático para informaros.
Compartir coche para nuestros desplazamientos al trabajo, la universidad o de ocio reduce problemas como el ruido, la congestión y la contaminación del aire, además de permitirnos ahorrar hasta 314 kgCO2 al año.
Más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de València provienen de la movilidad. Usar el transporte público, la bicicleta o caminar en vez de usar el coche privado puede hacernos ahorrar hasta 2300 kgCO2 al año.