Una opción es organizar sesiones de formación para proponer alternativas de consumo responsable y de buena gestión de los residuos entre los y las empleadas. También se puede fomentar la organización de mercados de segunda mano en la propia entidad, para trabajadores/as, clientes y personas del barrio. Se puede llegar a colaboraciones con tiendas de reparación de electrodomésticos, ropa, tecnología... e implementar un sistema completo de separación de residuos.
Para promover el consumo de agua del grifo y reducir el uso de agua embotellada podemos hacer diferentes acciones, como organizar charlas sobre los beneficios de no consumir botellas de agua, instalar fuentes de agua en nuestras instalaciones u ofrecer vasos, tazas, o botellas reutilizables a empleados/as, visitantes o clientes.
¿Por qué importar productos de la otra punta del mundo si podemos traerlos de más cerca? Comprando a empresas locales no solo reducimos las emisiones de efecto invernadero sino que reforzamos el empleo local.
A un precio reducido, utilizar persianas y toldos puede tener un impacto muy importante en el confort de nuestras oficinas o locales. Si quieres ir más allá, puedes estudiar un cambio de ventanas, fachadas, cubierta o suelo. Si compartes edificio, puedes proponérselo al resto de vecinos/as o empresas.
Las instalaciones de autoconsumo renovable pueden ser colectivas y compartidas entre varias personas o para todo un edificio. Puedes proponer a tus vecinos/as hacer un taller de la Oficina de la Energía para conocer las posibilidades del autoconumo colectivo en vuestro edificio, así como las ayudas que existen. Según el tamaño de la instalación, podréis ahorrar alrededor de 3000 kgCO2 al año.
Podemos poner pegatinas junto a los apartatos para mostar las temperaturas recomendadas, escoger equipos de alta eficiencia cuando los renovemos, ajustar y automatizar los horarios y temperaturas de calefacción y refrigeración, etc.
Hay pequeños hábitos diarios que pueden hacernos ahorrar mucho dinero y energía, no sólo en nuestro lugar de trabajo sino en casa. Por ello, podemos organizar sesiones de formación sobre buenos hábitos energéticos, con el apoyo de la Oficina de la Energía.
El primer paso para mejorar energéticamente nuestras oficinas es conocer en qué situación están. Hacer una auditoría energética o un certificado de eficiencia energética del edificio o local nos ayudará a conocer las fortalezas y debilidades y cuáles son las mejoras con mayor impacto.
De forma más estratégica, podemos implantar un plan de movilidad sostenible en nuestra entidad que nos ayude a analizar la situación actual y las posibles mejoras. Con ello, podemos priorizar las acciones descritas en esta lista (transporte público, teletrabajo, bicicleta, etc.) para implementar las más efectivas o que encajen con nuestras posibilidades.
Más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de València provienen de la movilidad. Podemos dar facilidades para incentivar que la gente utilice el transporte público o la bicicleta para ir a nuestras oficinas, como dar flexibilidad horaria, instalar aparcamientos seguros para bicicletas o dar bonos de transporte público a nuestros trabajadores y trabajadoras.
Algunos ejemplos de acciones son: reservar plazas específicas para vehículos eléctricos, instalar puntos de recarga gratuitos para visitantes y trabajadores/as o dar flexibilidad horaria para facilitar el uso de coches compartidos.
El avión es, con diferencia, el medio de transporte que más contamina. Al planificar viajes de empresa, podemos priorizar el tren u otros medios de transporte en vez del avión. Además, podemos plantearnos si todos los viajes son realmente necesarios antes de hacerlos.
A veces necesitamos un coche para desplazarnos a ciertos sitios o en determinadas situaciones. En ese caso, queremos que sea un coche lo más sostenible posible. Al comprar o alquilar un vehículo nuevo, intenta que sea 100% eléctrico, con ello podrás ahorrar hasta 1007 kgCO2 al año respecto a un vehículo convencional.