Desperdiciar alimentos significa desperdiciar la energía, agua y recursos que se necesitaron para producirlos y transportarlos hasta nosotros. Para evitarlo, una entidad puede hacer diferentes acciones, como incorporar una compostadora para reciclar los restos orgánicos y utilizarlos en el jardín, u organizar una campaña de formación sobre cocina de aprovechamiento.
Al organizar eventos o reuniones, así como en la cantina, en la cafetería o en las máquinas de vending, podemos ofrecer principalmente alimentos vegetales. Por un lado, reduciremos la emisión de gases de efecto invernadero asociados a esos alimentos, pero además, funcionará como elemento de concienciación de clientes, visitantes y trabajadores/as.
Al organizar eventos o reuniones, así como en la cantina, en la cafetería o en las máquinas de vending, podemos ofrecer únicamente alimentos locales y de temporada. Por un lado, reduciremos la emisión de gases de efecto invernadero asociados a esos alimentos, pero además, funcionará como elemento de concienciación de clientes, visitantes y trabajadores/as.
Para promover el consumo de agua del grifo y reducir el uso de agua embotellada podemos hacer diferentes acciones, como organizar charlas sobre los beneficios de no consumir botellas de agua, instalar fuentes de agua en nuestras instalaciones u ofrecer vasos, tazas, o botellas reutilizables a empleados/as, visitantes o clientes.
¿Por qué importar productos de la otra punta del mundo si podemos traerlos de más cerca? Comprando a empresas locales no solo reducimos las emisiones de efecto invernadero sino que reforzamos el empleo local.
Podemos poner pegatinas junto a los apartatos para mostar las temperaturas recomendadas, escoger equipos de alta eficiencia cuando los renovemos, ajustar y automatizar los horarios y temperaturas de calefacción y refrigeración, etc.
Hay pequeños hábitos diarios que pueden hacernos ahorrar mucho dinero y energía, no sólo en nuestro lugar de trabajo sino en casa. Por ello, podemos organizar sesiones de formación sobre buenos hábitos energéticos, con el apoyo de la Oficina de la Energía.
El primer paso para mejorar energéticamente nuestras oficinas es conocer en qué situación están. Hacer una auditoría energética o un certificado de eficiencia energética del edificio o local nos ayudará a conocer las fortalezas y debilidades y cuáles son las mejoras con mayor impacto.
Recuerda que los cambios colectivos tienen mayor impacto, ¡cuántos más seamos, mejor! Te animamos a hablar con tu familia, amigos/as y vecinos/as sobre cambio climático y cómo conseguir que València sea más sostenible y agradable para todos y todas. También podéis organizar una visita al Observatorio del Cambio Climático para informaros.
Una ciudad climáticamente neutra es una ciudad verde, con espacios agradables donde pasear, jugar y disfrutar. Para ello, podemos contribuir con un huerto en nuestras instalaciones o cubiertas, o ampliando y cuidando nuestras zonas ajardinadas.
Hay cambios que no se pueden hacer desde lo individual. Únete con las personas y asociaciones de tu barrio para pedir proyectos que transformen el barrio y lo hagan más sostenible, solo así se conseguirá una verdadera transformación de València en una ciudad climáticamente neutra, por y para las personas.
A veces es mucho más efectivo y eficiente hacer cambios de manera conjunta. Únete con entidades vecinas para hacer acciones conjuntas de fomento de la movilidad sostenible: coche compartido, autobuses lanzadera en polígonos, puntos de recarga de vehículos eléctricos, fomento del teletrabajo.
Más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de València provienen de la movilidad. Podemos dar facilidades para incentivar que la gente utilice el transporte público o la bicicleta para ir a nuestras oficinas, como dar flexibilidad horaria, instalar aparcamientos seguros para bicicletas o dar bonos de transporte público a nuestros trabajadores y trabajadoras.